(c) Мирослав Немиров
Jan. 11th, 2015 12:10 amEl olor de las nuevas estaciones de metro
Es tal, que perturba la mente de los pasajeros
Y con brío algo se alegra en su fuero interno,
El origen, lo ignora el ingenio
Pero es así. Una verdad asumida:
El metro es, en efecto, un hogar subterráneo
Así pasa con las estaciones recién construidas
Y en la gente actúa casi como un flujo espontáneo
De corriente eléctrica, que a los viajeros deslumbra
Y los hace tomar consciencia de tal momento
Ensanchándose en ellos las aletas de la nariz, mientras en la penumbra
Serpentean bajo tierra pasajeros algo más contentos
Es tal, que perturba la mente de los pasajeros
Y con brío algo se alegra en su fuero interno,
El origen, lo ignora el ingenio
Pero es así. Una verdad asumida:
El metro es, en efecto, un hogar subterráneo
Así pasa con las estaciones recién construidas
Y en la gente actúa casi como un flujo espontáneo
De corriente eléctrica, que a los viajeros deslumbra
Y los hace tomar consciencia de tal momento
Ensanchándose en ellos las aletas de la nariz, mientras en la penumbra
Serpentean bajo tierra pasajeros algo más contentos